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Día Uno.

Claro, es propio de mi trasnoche que no puedo imaginarme otro título. En el fondo da igual, porque en realidad es el día uno de este blog, que a buena o quizá mala hora ideé para dejar fluir lo que quiero escribir, para que tu  y yo nos conozcamos más, ¿entiendes no? Osea, a través de estas líneas seremos íntimos, usted mi lector y yo, tu émulo de escritor. Y es que es así, uno va dando saltos en la vida tratando de disimular nuestra pesadez, pero eso es otro tema, una condición casi natural en esta sociedad que no pinta con un solo rostro, una sociedad variopinta de caras que se transforman al ritmo de su conveniencia.

Solo es día uno, vendrán otros más, vendrán más títulos, artículos de todo tipo, si tienes una historia que contar, bienvenido seas. He llamado Filósofo trasnochado, porque eso es lo que soy, hace muchos años que no duermo las 8 horas reglamentadas y bueno, lo de filósofo es algo que va más allá del sarcasmo, es una forma de reírme de mi mismo, una manera de ser quien soy y brindar por ello.

Entonces festejemos el Día Uno como el primero, ya vendrán mejores títulos.

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