Ir al contenido principal

Lo que más nos jodía no era dar, sino recibir nada a cambio.



Y volvemos siempre a lo mismo, a quedarnos mirando el techo cuando algo malo nos sucede, cuando sin pensar hemos caminado un largo trecho sucumbiendo en las locuras del amor. Sí, quien diga que alguna vez en su vida no se haya detenido a manifestar su preocupación por alguien, nos está mintiendo.
Somos muy recurrentes al enamorarnos, no aprendemos, no evolucionamos, creemos en la firmeza de nuestras convicciones, mas no en la de nuestro compañero y empiezan los celos, las pequeñas riñas y el inevitable fracaso, que viene con un rosario de reclamos, frustraciones y sufrimiento.

Ayer hacía más frío que de costumbre en nuestra fría Lima y mi amiga y yo empezamos a hablar de cómo enfrentamos el amor a nuestras cuatro décadas; después de intercambiar algunos puntos de vista, lo que más nos jodía no era dar, sino recibir nada a cambio. Y es eso, no podemos amar a plenitud sino recibimos algo a cambio, una caricia, un mensaje por las mañanas, un minuto en su agenda; no es cuestión dar por dar y amar por amar, teniendo en cuenta que quien siembra cosecha, y para amar, hay que aprender a amarse uno mismo.


Buenas días amigas, amigos, amantes y amores.

Comentarios

  1. "...y para amar, hay que aprender a amarse uno mismo". Me encantó esta frase, tan cierto lo que escribes.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Hola, son percepciones. Pero sí, aunque parezca (o quizá lo sea) una frase repetitiva, el amor propio es básico. Dicha de mil formas, pero debe entenderse ese mensaje.

      Eliminar

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

Chabuca: Obra, omisiones y milagros de una virgen trasnochada.

En Perú recurrimos con frecuencia al chisme, al cuento barato, a la idealización de ídolos populares que tarde o temprano con talento o no, sucumben al trajín de la fama y a todas esas vicisitudes de la vida, donde el sufrimiento del protagonista se usa y abusa para generar el morbo, cual gen está dentro de nosotros los espectadores.    Me refiero al filme Chabuca, que salvo a la buena actuación de Sergio Armasgo, es un intento de hacer una biopic poco creíble, más aún con la polémica del libro de Alex Brocca, (que apareció justo a la hora de vender los panes calientes, favoreciendo a la taquilla), bailarín que mantuvo una relación de una década con el protagonista, que personifican en la película como el antagonista, abriendo un contrapunteo e intentando tirar a bajo la veracidad de la historia misma, que desde ya tiene muchos vacíos en su construcción y se demuestra en un guión mal estructurado.   La productora quizá hizo su máximo esfuerzo (porque no se le puede pedir más a Tondero)

El dolor de sentirse vivo.

En estos días un poco convulsos, quizá por el eminente cambio de estación o por el camino del cuarto creciente a luna llena, no he podido conciliar el sueño como se debe. Para ser honesto hace un par de décadas que el insomnio colocó su bandera en mi cerebro, llegó para jamás irse. Así que puedo reducir este primer párrafo en “estos días convulsos”.    He empezado estás últimas mañanas con un ligero del dolor en el pecho, a mis sabidas cuentas, esto sucede cuando mi alma se alborota o se expande a través del tiempo y encuentra alguna nostalgia flotando en el cielo de mi destino.    He aprendido a reconocer este dolor desde muy pequeño, es una premonición que me regala el cuerpo y cuando pasa, cuando el dolor en el pecho quizá atraído por las noches en las que, para suplir el insomnio leo, investigo o trato de ver alguna película y cuando ya no puedo más lloro.    Lloro bastante, hasta quedarme sin respiración, hasta caminar en el peligroso limbo de dar el último suspiro y cansarme. Lue

La diversidad sexual en el universo literario de Mario Vargas Llosa.

Después de celebrar el mes del orgullo homosexual, decidí desarrollar este artículo que hace tiempo tenía en mente, que no pretende otra cosa más que entretener a mis seguidores. Este no es tampoco uno de opinión, sino de un análisis concienzudo de algunas de mis lecturas sobre el escritor y por consiguiente de mis polvorientos apuntes que urgen ser leídos y obviamente publicados.     Mario Vargas Llosa, tiene la capacidad de crear personajes memorables, ya sea por auto referencia o históricos como en La Fiesta del Chivo o El Sueño del Celta o creados desde la auto ficción, todos sólidos, con carácter y personalidad que los hace dar pasos firmes en la construcción de sus historias, no en vano, el pasional escritor es acreedor del premio máximo de las letras, el Nobel de Literatura.    Hay cientos de fuentes, creíbles o no, que cuentan que el cadete Vargas Llosa fue víctima de algún tipo de abuso de tipo homosexual en su estadía en el colegio militar, lo que según marcaría, su narrativa