Es necesario saber, a veces, lo
importante que somos para nosotros mismos. No. No pretendo escribir una oda al
ego, sino hacer una mera reflexión de, si por algún motivo nos abandonaríamos, nos
faltásemos y nuestros planes de vida dependieran de eso y consiguientemente estuviéramos
destinados al fracaso.
No es muy común ponerse a pensar
en ello, porque justo a la hora de dilucidar sobre nuestros aciertos y
desaciertos, te aplasta como una avalancha, los errores. Y es obvio, que,
dentro de nuestra imaginación colectiva, la imagen del éxito tiene que ser
rigurosamente un estándar que encaje en los cánones de la sociedad que no te
exige, pero que juzga hasta asfixiarte. Como escribió alguna vez Jean Paul
Sartre, “el infierno son los otros”.
Cumplir la regla social que
implica no salirte de la norma trae cierta desazón, frustración y ansiedad por
vivir una vida que no es la tuya, (no obstante, quiero dejar en claro que, si
todo lo políticamente correcto está dentro de tus planes, te felicito, en
serio, hasta me emociono) y genera una imperturbable razón de constante cambio,
de búsqueda permanente y cansancio emocional, como si de pronto no encontrarías
un lugar, una razón para anclarte en tus propias metas, en un plan de vida en
la que tú debes ser el autor y protagonista. Indudablemente, esto deprime.
Por eso es muy importante tener
una clara ventaja emocional que implicará ser consecuente y realista en cuanto
a discernir qué cosa entendemos por plan de vida, cuánto debemos dar de
nosotros mismos y qué componentes tenemos que escoger de los demás (yo
escogería la lealtad) para no sentirnos abrumados ni crear falsas expectativas cuando
nos fallan.
Teniendo muy claro los contextos
nos va ser más fácil identificar puntos buenos y malos, metas y objetivos, y de
esa manera no caeremos en la auto exigencia desmesurada y esperar peras de
alguien que solo da olmos. Cuidemos nuestra interioridad, nuestra salud mental.
Tengamos como base el amor propio y la fe que nos tenemos. Te lo agradecerás después,
cuando por reír o llorar, solo tengas la paz y ganas de ser feliz por tu mérito
y propias reglas. No te lastimas y no lastimas a nadie.
Comentarios
Publicar un comentario