Ir al contenido principal

El universo en tu mirada.

Me dice que es un espíritu malo porque es poco probable su muerte, yo lo miro, confabulando con el reloj, el tiempo que pasará conmigo. Sus historias contadas por él, no hacen otra cosa más que confirmar que nos hemos conocido en otra vida, me lo dice su calor, me lo descifra la armonía de sus palabras y la docilidad de sus labios. 

Juega como un niño, revuelca entre las sábanas, esperanzado a que cualquier torpeza nos pueda tener en el limbo nuevamente; solo lo observo, aturdido aún porque las cosas por más complejas que parezcan, no existen cuando hay un momento (tan solo un momento) de dos personas sincronizadas en cuerpo y alma. 

La charla se extiende, escuchamos música de los 80s, y aún sabiendo que mi elección tiene mucho de egoísta, decido no cambiarla, porque la idea, entre muchas otras cosas, es que yo la pase bien y si él también lo hace, mejor. Conversamos de todo y nada a la vez; entonces llega el momento de mirarnos fijamente a los ojos, ¡tiene vida, sí, bastante. No se va ir aún! Lo miro más a fondo y me veo dentro de esas pupilas, puedo ver hasta mi pálido rostro, mi polo blanco de dormir puedo ver mis ojos dentro de sus ojos, es cuando caigo al vacío y lo ultimo que recuerdo es que mis manos se deslizaban sobre su rostro barbado. 

Caí al vacío, no sentí nada, o quizá como un pequeño vértigo que se confunde con algunas emociones, mientras la gravedad hacía lo suyo y me llevaba a la tierra, sentía su calor, escuchaba su sonrisa y sus alegatos imperdonables cuando se expresaba mal. Me despierto un poco asustado, volteo la cabeza al lado izquierdo y veo la lámpara tántrica que simulan los colores de los chakras, suena mi teléfono móvil y es él, le puse un ringtone especial, la intro del Laberinto del Fauno, no le respondo, temiendo que haya sido solo un sueño.

El tiempo consume la noche y a mi el insomnio. Veo las fotos del  teléfono móvil. Reviso y veo sorprendido una y otra vez la última foto, estamos él y yo, sobre mi cama, mi rostro pálido y mi polo de dormir viejo y mi sonrisa abundante, su cara barbada y pecosa, sus ojos como el espejo y su sonrisa de niño malvado. Pienso, el universo en su mirada. Probablemente el Rey se esté volviendo a enamorar.  

Comentarios

Entradas populares de este blog

Chabuca: Obra, omisiones y milagros de una virgen trasnochada.

En Perú recurrimos con frecuencia al chisme, al cuento barato, a la idealización de ídolos populares que tarde o temprano con talento o no, sucumben al trajín de la fama y a todas esas vicisitudes de la vida, donde el sufrimiento del protagonista se usa y abusa para generar el morbo, cual gen está dentro de nosotros los espectadores.    Me refiero al filme Chabuca, que salvo a la buena actuación de Sergio Armasgo, es un intento de hacer una biopic poco creíble, más aún con la polémica del libro de Alex Brocca, (que apareció justo a la hora de vender los panes calientes, favoreciendo a la taquilla), bailarín que mantuvo una relación de una década con el protagonista, que personifican en la película como el antagonista, abriendo un contrapunteo e intentando tirar a bajo la veracidad de la historia misma, que desde ya tiene muchos vacíos en su construcción y se demuestra en un guión mal estructurado.   La productora quizá hizo su máximo esfuerzo (porque no se le puede pedir más a Tondero)

El dolor de sentirse vivo.

En estos días un poco convulsos, quizá por el eminente cambio de estación o por el camino del cuarto creciente a luna llena, no he podido conciliar el sueño como se debe. Para ser honesto hace un par de décadas que el insomnio colocó su bandera en mi cerebro, llegó para jamás irse. Así que puedo reducir este primer párrafo en “estos días convulsos”.    He empezado estás últimas mañanas con un ligero del dolor en el pecho, a mis sabidas cuentas, esto sucede cuando mi alma se alborota o se expande a través del tiempo y encuentra alguna nostalgia flotando en el cielo de mi destino.    He aprendido a reconocer este dolor desde muy pequeño, es una premonición que me regala el cuerpo y cuando pasa, cuando el dolor en el pecho quizá atraído por las noches en las que, para suplir el insomnio leo, investigo o trato de ver alguna película y cuando ya no puedo más lloro.    Lloro bastante, hasta quedarme sin respiración, hasta caminar en el peligroso limbo de dar el último suspiro y cansarme. Lue

La diversidad sexual en el universo literario de Mario Vargas Llosa.

Después de celebrar el mes del orgullo homosexual, decidí desarrollar este artículo que hace tiempo tenía en mente, que no pretende otra cosa más que entretener a mis seguidores. Este no es tampoco uno de opinión, sino de un análisis concienzudo de algunas de mis lecturas sobre el escritor y por consiguiente de mis polvorientos apuntes que urgen ser leídos y obviamente publicados.     Mario Vargas Llosa, tiene la capacidad de crear personajes memorables, ya sea por auto referencia o históricos como en La Fiesta del Chivo o El Sueño del Celta o creados desde la auto ficción, todos sólidos, con carácter y personalidad que los hace dar pasos firmes en la construcción de sus historias, no en vano, el pasional escritor es acreedor del premio máximo de las letras, el Nobel de Literatura.    Hay cientos de fuentes, creíbles o no, que cuentan que el cadete Vargas Llosa fue víctima de algún tipo de abuso de tipo homosexual en su estadía en el colegio militar, lo que según marcaría, su narrativa